El cáncer es mucho... mucho, muchísimo. Es normal sentir muchas emociones diferentes cuando se trata de cuidar a un ser querido con cáncer, incluida la pérdida. Ser un cuidador puede generar pérdidas de muchas formas (pérdida de independencia, relaciones, identidad o el futuro que imaginó) y está íntimamente relacionado con el duelo.
Las 7 etapas del duelo es un marco que puede ayudarte a superar las emociones comunes asociadas con ser un cuidador. Es importante reconocer que aunque tu no sea el que tenga cáncer, tu vida aún se ve increíblemente afectada por él. Estás experimentando algo que cambia tu vida, mientras apoyas a tu ser querido y tienes tus propios sentimientos.
Las 7 etapas pueden tener lugar secuencialmente o fuera de orden y, a veces, es posible que te encuentres de nuevo en una etapa que creías que habías terminado. Todo es relativo, normal y único para ti.
El duelo es complicado y confuso.
Enterarte que tu ser querido tiene cáncer es impactante. El shock es la forma en que tu cuerpo te protege de experimentar demasiadas emociones abrumadoras a la vez. Puedes sentirte entumecido, como si estuviera soñando, con pánico o como si simplemente anduvieras en “automático”. De cualquier manera, tu experiencia es única y No hay manera correcta o incorrecta de experimentar el impacto del cáncer.
Aceptar el cáncer de tus seres queridos y el impacto que tendrá en tu vida puede llevar tiempo. A veces, la forma en que tu mente maneja noticias que alteran la vida es existiendo en un lugar idealizado, en lugar de la vida real. La negación es la forma en que tu cuerpo evita el dolor y es muy normal.
El cáncer apesta. La ira puede aparecer en cualquier día y de muchas maneras diferentes. Es posible que te enfurezcas al volante, arremetas contra un amigo o tengas un colapso digno de un Oscar en la tienda de comestibles. Incluso podrías arremeter contra tu ser querido. La ira es normal y esperable. Mira, estás procesando tus emociones, apoyando a tu ser querido y manteniéndote al día con tus propias responsabilidades; se puede decir que lo estás pasando. Aquí no hay una guía única para todos, así que sé amable contigo mismo.
Si atacas o haces algo de lo que te arrepientes, reconócelo y discúlpate. Simplemente no seas demasiado duro contigo mismo, el cáncer ya es bastante difícil.
Cuando tu ser querido tiene cáncer, muchas cosas están fuera de tu control. La negociación es la forma en que tu mente trata de recuperar ese control. Puedes soñar despierto con escenarios hipotéticos o hacer promesas al universo en un esfuerzo por cambiar la situación. Esta es una parte normal del proceso y por lo general lleva a la hermana autoritaria de la negociación... la culpa.
Muchos cuidadores se sienten culpables o arrepentidos cuando se trata del cáncer de sus seres queridos. Ya sea que se trate de factores del estilo de vida del hogar o de la familia que tu crees que podrían haber afectado el diagnóstico o la culpa por cómo tu papel de cuidador está afectando tu vida, tus sentimientos son normales. Lo importante es reconocer lo que estás sintiendo y por qué. Comunícale tus sentimientos a alguien que amas, a un grupo de apoyo o a un terapeuta. Encuentra formas de canalizar tus emociones en pasatiempos o actividades. Cualquier cosa que pueda sacarte de tu propia cabeza.
No lo endulzaremos: la depresión suele ser la etapa más larga y dura. La depresión es cuando te das cuenta del verdadero alcance de lo que estás pasando y llegas a sentir todos los sentimientos de los que las otras etapas te han estado protegiendo hasta ahora. Podrías sentirte vacío, solo, aislado, ansioso o perdido. Es normal experimentar problemas para dormir o levantarse de la cama, no poder comer normalmente, llorar espontáneamente, tener mala higiene o darte cuenta de que has estado escuchando a Adele sin parar durante días. La depresión apesta, pero no importa cómo se presente para ti o la cantidad de tiempo que pases con ella, es normal.
Encontrar aceptación significa aceptar tu nueva realidad y la de tus seres queridos. No significa que estés de acuerdo con la situación o que nunca volverás a visitar ninguna de las otras etapas, sólo significa que tus emociones son más estables. Es posible que sientas que se ha disipado la niebla, que te encuentras en un lugar mejor para volver a comunicarte con tus seres queridos o que estás listo para volver a tu rutina diaria.
