Lo que pones en tu cuerpo lo afecta. No tenemos control total sobre nuestro entorno o el mundo en el que vivimos, pero podemos tomar pequeñas decisiones todos los días que pueden tener un gran impacto en nuestra salud. Todo está bien con moderación, pero comer una dieta bien balanceada te ayudará a mantenerte saludable y prevenir el cáncer.
La respuesta es simple: asegúrate de alimentar tu cuerpo con cosas buenas.
Escoge alimentos integrales cuando sea posible, incluidas frutas y verduras enteras, granos integrales y alimentos ricos en fibra. Trata de hacer intercambios saludables cuando sea posible para encontrar el equilibrio a lo largo del día. Toma una naranja en lugar de dulces, cocina una batata en lugar de papas a la francesa o busca quinua en lugar de papas fritas.
Una buena regla general con los ingredientes es que si no puedes pronunciarlo, mantente alejado de él. Optar por artículos con menos ingredientes también te ayudará a comer menos alimentos procesados.
Trata de comer orgánico si es posible. Como mínimo, consulta la lista Dirty Dozen para comprender qué productos debes comprar orgánicos el 100% del tiempo. Ten cuidado con los alimentos procesados que también están etiquetados como orgánicos. A veces es marketing engañoso en lugar del trato real. Opta por comidas enteras cuando puedas.
Tu cuerpo es bueno diciéndote lo que necesita si sabes escuchar. Hazle caso a tu instinto preguntándote: “¿Qué me dice mi cuerpo después de comer diferentes alimentos? ¿Qué es lo que anhelo?"
Ellos son los expertos al final del día.
Lo que consumes puede ser abrumador, pero lo estás haciendo lo mejor que puedes. Toma las decisiones que tengan sentido para ti y, si no estás seguro, habla con tu médico.
¿No esperabas eso de nosotros? Este es el trato: la vida es dura, ocupada, complicada y muchas cosas más, pero no tiene que ser estricta. A veces, la vida sucede y seguimos adelante, pero es importante limitar la cantidad que consumes de los siguientes artículos para ayudar a reducir tu riesgo general de cáncer.
Especialmente carnes rojas y carnes procesadas como embutidos, perros calientes y salami.
Nos gusta una margarita picante tanto como a cualquier otra persona, pero desafortunadamente la investigación no miente. Cuanto más alcohol bebas, mayor será tu riesgo de cáncer.
En este caso, el azúcar no es tan dulce y se agrega en todas partes, incluso en alimentos que no sospecharías. Lee esas etiquetas y trata de evitar el azúcar extra cuando sea posible.
Tu cuerpo funciona mejor con alimentos directamente de la tierra, así que limita los alimentos procesados que se han hecho en una fábrica o con maquinaria pesada.
Cuando bebes, tu cuerpo descompone el alcohol y lo convierte en una sustancia química llamada acetaldehído. Este químico daña tu ADN y evita que tu cuerpo repare el daño. Básicamente es una resaca que tus células no pueden superar. El ADN es el "manual de instrucciones" de tu célula, controla el crecimiento y la función normal de tu célula. Pero cuando el ADN se daña, una célula puede comenzar a crecer sin control y crear un tumor canceroso. Lo que significa que cuanto más bebes, mayor es tu riesgo de cáncer.
Las tablas de charcutería son bonitas, pero no le hacen ningún favor a nuestro riesgo de cáncer. La realidad es que comemos demasiados productos animales procesados en América del Norte.
Si comes carne, intenta comer carne de animales alimentados con pastura, pasto y/u orgánica, y consúmela en pequeñas cantidades. Cuando cocines, trate de evitar quemar la carne, ya que eso aumenta la cantidad de carcinógenos en tu comida.
Una dieta alta en azúcar y alternativas químicas añade estrés al cuerpo y conduce a desequilibrios en los niveles de azúcar en la sangre y la grasa almacenada. Cada vez que hay un estado de desequilibrio, la energía de tu cuerpo se dirige a corregir el desequilibrio en lugar de curar y destruir el cáncer.
¿Qué puedes hacer al respecto?
Si haces pan de plátano, endúlzalo remojando algunos dátiles y triturándolos en lugar de usar azúcar. ¡Apuesto a que no podrás notar la diferencia!
Los alimentos preenvasados y procesados suelen tener un alto contenido de grasa, sal y azúcar y se han relacionado con el cáncer. Básicamente, si suena demasiado bueno para ser verdad, como una comida en un minuto o galletas sin azúcar y sin grasa, probablemente lo e. Manténte alejado de los alimentos procesados y regresa al pasillo de frutas y verduras. Comer alimentos integrales te mantiene más lleno, feliz y saludable a largo plazo.
En lugar de papas fritas, intente hacer batatas fritas horneadas. Satisfacen el antojo, pero son mucho más saludables.
Generalmente no, pero trata de comer productos de soya enteros como edamame o tofu. Sin embargo, está bien si de vez en cuando tomas los nuggets de soya.
No existe una relación entre comer gluten y ser diagnosticado con cáncer, a menos que tengas la enfermedad celíaca. Habla con tu médico si te preocupa el gluten en tu dieta.
Cocinar carne a altas temperaturas (como en una parrilla) puede producir sustancias químicas que causan cáncer, pero no es necesario que elimines por completo los alimentos a la parrilla. En lugar de asar a la parrilla hamburguesas grasientas o salchichas que gotean grasa y aumentan la cantidad de parrilla en la comida, opta por filetes, pollo o pescado alimentados con pasto. ¡Las frutas y verduras a la parrilla también son deliciosas!
El cáncer es difícil. Visita nuestra biblioteca para que te ayude a navegar el impacto que tiene el cáncer en tu corazón, cuerpo, alma y todo lo demás.
