Una guía del cuidador para
Apoyar a un familiar
Cerca, lejos, dondequiera que estés, apoyar a alguien que amas mientras atraviesa el cáncer puede ser un desafío. Estamos contigo, así tú puedes estar con ellos.
Cerca, lejos, dondequiera que estés, apoyar a alguien que amas mientras atraviesa el cáncer puede ser un desafío. Estamos contigo, así tú puedes estar con ellos.
Cuando se trata de apoyar a tu familiar, tú lo conoces mejor. Cada familia es única, así que haz lo que se sienta bien para tu relación.
Las pequeñas cosas son a menudo las más significativas. El simple hecho de llamar a un miembro de tu familia o ver una película con ellos puede significar el mundo cuando están pasando por cáncer.
Trata de procesar tus propios sentimientos antes de hablar con tu familiar con cáncer. Ya están pasando por suficiente, no necesitan asumir la carga de procesar tus sentimientos también. Aprende más aquí.
Tu ser querido sigue siendo la misma persona que siempre ha sido. No olvides hablar con ellos sobre todos los intereses y pasiones que comparten, además de hablar sobre el cáncer si así lo desean.
No necesitas ser un experto, pero hacer un poco de investigación de antecedentes sobre su cáncer les permite pasar su tiempo hablando de otras cosas y no hacer que él tenga que darle toda la información sobre su cáncer. Pero recuerda que cada experiencia es única.
Si bien nunca debes asumir que sabes por lo que tu familiar está pasando, considera lo que tu familiar podría estar sintiendo y las cosas que puedes hacer para ayudar. Esto te hará más empático cuando hables con ellos.
Tanto las personas con cáncer como sus cuidadores necesitan un fuerte sistema de apoyo a su alrededor cuando lidian con el cáncer. Asegúrate de que su cuidador también se sienta apoyado.
El cáncer no termina cuando termina el tratamiento. Si tu familiar está dispuesto, continúa ofreciéndole apoyo a medida que pasa el tiempo.
Cuando a un ser querido se le diagnostica cáncer por primera vez, puede resultar aterrador y abrumador para las personas que lo rodean. Es posible que te quedes en blanco cuando intentes pensar en cómo hablar con ellos sobre su cáncer, pero recuerda que tu familiar sigue siendo la misma persona que siempre ha sido. Habla con ellos como lo harías normalmente, se honesto y, si no estás seguro, pregúntales. A veces decir que no sabes qué decir es lo mejor que puedes decir. Si está atorado, aquí hay algunos lugares para comenzar.
"Lamento que esto esté sucediendo."
“Te amo y estoy aquí para ti.”
“Cuando quieras hablar, aquí estoy.”
“¿Cómo puedo ayudar hoy? ¿Qué tal la próxima semana?"
"Es bueno verte."
"¡A la mierda el cáncer!"
Iniciar una conversación es la parte más difícil. No dudes en comunicarte en persona, por teléfono, por mensaje de texto o por videollamada. Consulta con tu ser querido para ver qué prefiere y si tiene ganas de una visita. También es bueno recordarles que no tienen que responder si no tienen la fuerza emocional o física en ese momento.
Ten en cuenta estos consejos para ayudar a guiar la relación de tu familia a través de este proceso.
Ya sea que tengas una cita permanente o simplemente comunícate cada vez que estés pensando en ellos, estáte al pendiente de tu familiar para que sepa que puede confiar en ti.
Haz planes que puedan cambiarse fácilmente y trata de ser comprensivo si tu familiar necesita ajustar sus planes. Vivir con cáncer significa lidiar con cambios de salud y emociones inesperados.
Hazles saber que está bien si necesitan tiempo para ellos mismos o si a veces no quieren/pueden responder. Estarás aquí cuando estén listos.
Observa si quieren discutir ciertos temas o si tienen energía suficiente para ciertas actividades.
La salud de tu familiar es suya. No intentes presionarlos para que tomen decisiones relacionadas con su cáncer o las opciones de tratamiento, y sólo da tu opinión si te la piden.
Asegúrate de que esté bien verlo en persona, darle consejos o hacer preguntas sobre su cáncer antes de hacerlo. Es posible que no siempre estén preparados para estas cosas.
No olvides reírte y divertirte con ellos como siempre. Cuando has perdido el sentido del humor, lo has perdido todo.
Es fácil querer evitar la tristeza o hablar de temas pesados, pero es importante no ignorar temas o sentimientos incómodos. No te guardes las cosas.
Pregúntale a tu familiar (o su cuidador principal) cómo puedes ayudar. Si no pueden pensar en las necesidades específicas que tienen, ofrece algunas ideas.
Si le dices a tu familiar que harás algo, hazlo. Ahora no es el momento de ser desidioso.
No siempre tienes que hablar sobre el elefante con cáncer en la habitación.
Las personas con cáncer y sus cuidadores principales necesitan un sistema de apoyo a su alrededor. A veces, tendrán una lista de elementos con los que necesitan ayuda. Sin embargo, a menudo, el cáncer es tan abrumador que es difícil saber lo que necesitan. Aquí hay algunas ideas que puedes ofrecer para ayudar.
Ve de compras al supermercado o recoge medicamentos.
Cocina, limpieza, lavandería y jardinería.
Cocina una comida, recoge comida para llevar y déjala, o envía una tarjeta de regalo (asegúrate de preguntar sobre sus restricciones dietéticas).
Cuida a los niños, llévalos a la escuela y a las actividades, u organiza citas para jugar.
Camina, alimenta, baña o juega con las mascotas.
Miren una película, jueguen un juego, salgan a caminar o hablen toda la noche.
Conduce, toma notas y pasa el rato con ellos durante las citas.
Haz llamadas médicas o de seguros y encuentra recursos.
Organizar envío de comidas por parte de amigos y familiares, organizar llamadas telefónicas, ayudar con calendarios o eventos para recaudar fondos.
Si tu lenguaje de amor es dar regalos, aquí hay algunas ideas que a tu familiar le podrían gustar y usar mientras está pasando por el cáncer.
Entrega de comida, servicio de limpieza, tienda de comestibles o un masaje.
Revistas, libros o audiolibros
Sus recuerdos favoritos o sus personas y lugares favoritos
Crucigrama, sudoku o rompecabezas
Libros para colorear, kits de costura u otros medios creativos
Tarjetas para notas o un diario
Un mensaje de video o un álbum de recortes
Música, programas de televisión o películas que les gustaría
Algo acogedor o algo para que se sientan normales otra vez.
Si a uno de tus padres le diagnosticaron cáncer cuando eres un adolescente o un adulto joven, puedes sentir que se te ha caído el suelo debajo de los pies. Tantas cosas cambian de la noche a la mañana. Es normal sentirte…
Es increíblemente aterrador cuando a uno de tus padres le diagnostican cáncer.
Puedes sentirte frustrado porque te han quitado parte de tu libertad e independencia.
Tu vida en este momento probablemente se ve muy diferente a la de tus compañeros, lo que puede hacerte sentir aislado.
La dinámica normal padre/hijo que has tenido hasta ahora se ha invertido repentinamente.
Es posible que te preocupe cómo cuidar a tus padres o cómo ayudar con recursos limitados en este momento de tu vida.
Si bien brindar cuidados es increíblemente difícil, también es muy gratificante y es posible que te sientas orgulloso de tí mismo por la forma en que puedes apoyar a tus padres durante este tiempo.
Si, esto se siente obvio. Pero, hablar de tus sentimientos puede ayudar a aliviar la carga. Hablar con tus padres y hermanos sobre cómo te sientes también puede ayudarte a sentirte menos solo y a manejar las expectativas durante este tiempo.
Es importante hablar con tus padres sobre sus deseos en lo que respecta a sus opciones de tratamiento y cualquier planificación financiera.
Asegúrate de tener todos los documentos médicos, legales y de seguro necesarios y otra información de identificación personal para que tus padres tomen decisiones en su nombre si es necesario.
Tener conversaciones abiertas con tus padres sobre lo que necesitan de ti como cuidador y lo que eres capaz de dar, conducirá a una experiencia general más fluida a medida que ambos hagan la transición a estos nuevos roles de paciente y cuidador.
Escribe un diario sobre tus sentimientos. Si deseas compartir lo que estás pensando pero no quieres decirlo en voz alta, considera escribir una carta o correo electrónico.
Siéntate con tus padres y planifica su sistema de apoyo completo, sus contactos y cómo pueden ayudar a tu familia.
Considera unirte a un grupo de apoyo para adultos jóvenes o buscar un terapeuta.
Trata de mantener una cierta sensación de normalidad en tu vida cotidiana manteniéndote en contacto con tus amigos, haciendo tiempo para pasatiempos y haciendo ejercicio para aliviar el estrés.
Incluso si vives lejos de tu familiar, aún eres parte de su sistema de apoyo y puedes brindarle asistencia.
Si se te ha pedido que te ocupes de las necesidades médicas, financieras o legales de tu familiar, asegúrate de tener toda la información que necesitas. Es posible que necesites documentos específicos, como directivas anticipadas o información personal para coordinar servicios en nombre de tu familiar.
Las personas con cáncer necesitan todo un equipo de apoyo. Coordina tareas con los otros seres queridos de tu familiar u obtén un asesor de pacientes personalizado y gratuito.
Si tu familiar no tiene un cuidador principal que sea local para ellos, es posible que desees buscar servicios profesionales de atención domiciliaria. El equipo de atención médica, el trabajador social o el departamento de salud estatal o local pueden brindar referencias confiables.
Si tu familiar necesita tu ayuda, es posible que debas viajar a donde se encuentran, inesperadamente. Ahorra vacaciones o días de enfermedad en el trabajo, averigua la mejor manera de viajar para estar con tu familia y prepara un presupuesto adecuado.