Con el cáncer, tu vida sexual puede cambiar de formas inesperadas. Estamos aquí para asegurarnos de que el sexo no se convierta en el elefante en el dormitorio. Puedes meterte entre las sábanas, pero no si nadie habla de ello.
El cáncer puede afectar tu vida sexual de muchas maneras, como tu capacidad física para participar en actividades sexuales, tu interés en el sexo (también conocido como estar en humor), aumento de emociones como el miedo, la ansiedad o la ira, y nuevos sentimientos sobre tu cuerpo. Aquí hay algunos consejos para navegar por todo:
Mover tu cuerpo libera endorfinas, que a su vez pueden ayudarte a pensar de manera más positiva.
¿De qué otra manera va a saber tu pareja lo que estás pensando? Tener conversaciones abiertas y honestas puede ayudarte a superar tus sentimientos. Tu pareja solo sabrá apoyarte si compartes con ella.
Hablar con personas que entienden por lo que estás pasando puede ayudarte a sentirte más apoyado. Intenta conectarte con un grupo de apoyo o un profesional de la salud mental en tu área.
No todo se trata de sexo. Encontrar formas alternativas de experimentar el placer y la intimidad puede ayudarte a adaptarte. Intenta besar y abrazar, usar contenido pornográfico, conseguir un vibrador u otros juguetes, crear el ambiente con velas o jugar una fantasía sexual.
Date espacio, esta es una nueva parte de la vida. Puede tomar algunos intentos encontrar una posición que sea cómoda o generar suficiente energía para el sexo.
Probablemente estés feliz de ver a tu médico con menos frecuencia en estos días, pero si tienes preguntas sobre tu vida sexual después del cáncer, tu médico es tu mejor recurso.
La investigación ha encontrado que las personas luchan con los cambios físicos que afectan su vida sexual después de completar el tratamiento. Aquí hay algunos cambios físicos comunes que puedes experimentar, así como consejos para abordarlos en relación con tu vida sexual.
La investigación ha encontrado que muchas personas luchan con los cambios mentales que afectan su vida sexual después de completar el tratamiento. Aquí hay algunos cambios mentales comunes que puedes experimentar, así como consejos para abordarlos en relación con tu vida sexual.
Las citas pueden ser estresantes en un día normal, incluso cuando no tienes que pensar en el cáncer. Pero, cuando estés listo para comenzar a tener citas, ten en cuenta estos consejos.
Es posible que desees preparar de antemano lo que le vas a decir a tu nuevo interés amoroso: escríbelo, léelo varias veces o practica diciéndolo frente al espejo. También puede ser útil tener algunas respuestas preparadas para las preguntas que te puedan hacer.
Si te sientes cómodo, muéstrales cualquier cicatriz o cambio en tu cuerpo. Esto puede ayudarte a sentirte más seguro cuando estés listo para mostrar tu cuerpo a una nueva pareja.
Es posible que desees compartir con ellos los cambios por los que ha pasado tu cuerpo antes de iniciar la actividad sexual para que puedan evaluar cómo se sienten ambos antes de intimar.
Tu fertilidad (incluida la capacidad de tener hijos) puede haber cambiado debido a tu tratamiento contra el cáncer. Averiguar cómo contarle a una nueva pareja sobre este aspecto de tu cáncer puede ser difícil, pero es una conversación importante.
Si no estás interesado o no puedes participar en actividades sexuales, aún puedes tener sentimientos románticos, y tu y su nueva pareja pueden concentrarse en mostrarse afecto hablando, abrazándose, besándose y pasando tiempo juntos. El sexo no es la única pieza importante de una relación romántica.
El cáncer es difícil. Visita nuestra biblioteca para que te ayude a navegar el impacto que tiene el cáncer en tu corazón, cuerpo, alma y todo lo demás.
